jueves, agosto 8

By E.I.I.Social
| jueves, agosto 08, 2013


'Enfermedad intestinal inflamatoria', o EII un término general que incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Ambas causan inflamación (dolor, hinchazón y sangrado) en el sistema digestivo . La colitis ulcerosa afecta a las capas internas del intestino grueso (colon y recto), y Crohn puede afectar cualquier otra parte del sistema digestivo, desde la boca al ano. Las dos enfermedades son fáciles de manejar, y, con tratamiento, la mayoría de las personas pueden llevar una vida normal. La EII afecta a distintas personas de un modo muy diferente, y no hay dos personas con EII que sean iguales. Aquí tienes algunas respuestas a preguntas frecuentes sobre la EII, que te ayudarán a entender cómo puede afectarte y cómo puedes controlarla.



  • ¿Qúe síntomas puede causar la EII? Los síntomas más comunes son dolor abdominal, retortijones, cansancio (fatiga), heces líquidas (diarrea) y pérdida de peso. Otros síntomas incluyen diarrea sanguinolenta, fiebre,anemia (niveles bajos de glóbulos rojos en sangre, que pueden hacerte sentir cansado, mareado o con dificultad respiratoria), fatiga (cansancio extremo) y (en niños y en adolescentes) retraso en el crecimiento y pubertad tardía. Tanto la enfermedad de Crohn como la colitis ulcerosa son enfermedades crónicas, con periodos de síntomas graves (crisis) y otros en los que los síntomas se atenúan (remisión). A pesar de que los síntomas te pueden hacer sentir mal y dificultar tus actividades diarias, normalmente pueden controlarse con una combinación de cuidado, medicación, hospitalización y (a veces también) cirugía. Te sentirás aliviado al saber que mucha encuentra que en EII bien controlada, simples cambios en sus vidas diarias les permitirá llevar una vida normal.

  • ¿Quién puede enfermar de EII? La EII puede surgir a cualquier edad. La mayoría de las personas empiezan a experimentar síntomas entre las edades de 15 y 30 años. Tanto Crohn como la colitis ulcerosa son enfermedades mundiales, aunque son más comunes en occidente. Sobre 2,2 millones de personas en Europa sufre EII. Diferencias regionales varían en el rango de 1/1000 a 1/1500, con la mayor prevalencia en el norte de Europa. La EII afecta de igual manera a chicos y chicas, aunque la colitis ulcerosa es más frecuente en chicos y la enfermedad de Crohn lo es en chicas.

  • ¿Qué puede causar EII? Aunque la causas exactas de EII se desconocen, se cree que están relacionadas con cambios en el cuerpo (sistema inmune) por un desencadenante medioambiental en personas con predisposición genética para la enfermedad. También influye una combinación de otros factores, incluyendo bacterias, virus genética, tabaco y analgésicos de venta libre. Se cree que otros factores, como estrés y dieta, no causan EII pero en algunas personas pueden contribuir a empeorar el cuadro clínico.

  • ¿Puedo contagiar a alguien? Ni Crohn ni la colitis ulcerosa son enfermedades contagiosas, es decir, no puedes infectarte de alguien enfermo y tampoco puede infectar a alguien si tú la tienes. Pero no debemos confundirnos con el hecho de que la tendencia a desarrollar la enfermedad puede ser hereditaria (transferida a través de los genes), ya que familiares de enfermos de EII tienen un riesgo algo mayor de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, otros factores como desencadenantes medioambientales también parecen ser determinantes para que estas personas la desarrollen.

  • ¿Qué otros problemas puede causar? Tanto Crohn como la colitis ulcerosa pueden causar otros problemas, o complicaciones. En colitis ulcerosa, el sangrado puede causar anemia (niveles bajos de glóbulos rojos en sangre, que provocan cansancio, mareo y dificultad respiratoria). En Crohn, por ejemplo, se pueden producir grietas y un engrosamiento de la pared intestinal que puede producir un estrechamiento de la misma, conocido como estenosis, que puede causar estreñimiento, sensación de hinchazón y dolor. Si la pared intestinal queda totalmente obstruida (obstrucción), debes ser tratado en el hospital. Otra posible complicación es una fístula, o tunel causado por la inflamación y que normalmente va de una parte del intestino a otra o a la piel (por ejemplo, desde el intestino a la piel cercana al ano) Además, si el organismo no es capaz de absorber proteínas, vitaminas o minerales, pueden surgir problemas nutricionales. Si surgen estos problemas, probablemente necesitarán tratamiento específico adicional, a parte del tratamiento para Crohn o colitis.

  • ¿Puede afectar a otras partes de mi cuerpo? No todos desarrollarán estos problemas, pero en algunos enfermos de EII, se verán afectadas otras partes del cuerpo , como articulaciones, ojos, boca, hígado, vesícula biliar, piel o riñones. Algunos de estos problemas pueden mejorar cuando la enfermedad mejore, pero a veces necesitarán tomar medicación específica.

  • ¿Cómo se trata? El tipo de tratamiento dependerá de varias cosas – de si tienes enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, gravedad de la enfermedad, y del impacto que los síntomas tienen en tu vida diaria. Para gente con colitis ulcerosa el tratamiento depende de la longitud de intestino grueso que ha sido afectada y del grado de inflamación. Por ejemplo, si la inflamación se sitúa en la parte final del intestino, puede tratarse con fármacos administrados directamente en el recto con un enema o supositorio. Un fármaco llamado mesalazina puede administrarse por vía oral. En casos más severos o cuando la mayor parte del intestino está afectada, se pueden administrar esteroides (como prednisolona). 
Los inmunosupresores pueden usarse para reducir la actividad del sistema inmunitario, responsable principal de la inflamación. Cuando los síntomas han disminuido, muchas personas toman medicación para evitar recurrencias; esto se llama terapia de mantenimiento. Para la enfermedad de Crohn, las opciones son generalmente las mismas que para la colitis. Sin embargo, en Crohn, los fármaco supresores del sistema inmune (azathioprina, 6-mercaptopurina o metotrexato) son más útiles para controlar la inflamación y para terapia de mantenimiento para evitar que los síntomas vuelvan a aparecer.

La enfermedad de Crohn activa normalmente se trata con corticoides (ej., prednisolona) y a veces también se usan antibióticos. Cuando estas terapias no funcionan bien, se puede administrar un anti-TNF por vía intravenosa (goteo) en el hospital o en casa mediante una inyección.

En ambas enfermedades puede ser necesaria la cirugía si el tratamiento farmacológico no ha sido capaz de obtener los resultados esperados o si han surgido complicaciones. Si te preocupa la posibilidad de someterte a una intervención, habla con el médico sobre tu situación. En general, la cirugía solamente se usa en situaciones graves cuando otras opciones no son posibles, o no han dado buenos resultados.

No todos los pacientes tienen estos problemas, generalmente están asociados a formas más graves de la enfermedad
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